sábado, 10 de enero de 2015

Algo para recordar...

Como cada año, pasan las fiestas y llega la hora de los nuevos propósitos que se convierten en el caballo de batalla de los próximos doce meses. Como el año es largo, arduo y con tendencia a la dispersión, después de la malograda cuesta de los excesos de enero, he creado una máquina. Ya se que esperabais que fuera el teletransporte pero es que no me ha dado tiempo acabarla. Sin embargo esta que os presento es la máquina perfecta para evitar que se nos queden más líneas en el tintero. Este artefacto es el Recordatronic.

Una herramienta de papel envejecido, tirando a vintage, con arandelas y tuercas de desguaces mentales y dibujos y letras de sabe dios donde. El caso es que sirve para grabar mensajes a fuego en la retina. Mi máquina pretende recordarme que este año debo soñar despierto asiduamente, dedicar más tiempo a mi salud, aprender, sonreír y hacerme el tonto, hacer ese viaje alucinante, querer, abrazar, hacer danzar a mis enemigos, escuchar al que tiene algo que decir, crear, superar y jugar a resolver los misterios de la vida.

Si te valen estas premisas te invito a imprimir este prototipo por las dos caras, recortarlo por la línea de puntos, doblarlo tipo acordeón y guardarlo en el bolsillo que más coraje te de. Si es un abrigo seguro que cuando empiece a refrescar, allá por octubre, seguro que te pones el abrigo, te lo encuentras y al instante te vendrán a la mente todas esas cosas que te atormentan en diciembre porque no has hecho en todo el año (mejor tres meses que quince días para rectificar, de nada).

Este año es la niña bonita, vamos a jugárnoslo todo, vamos a ser lo que queremos ser y vamos a conseguirlo. Y para cuando se nos olvide donde esta el sur... Recordatronic Plus!!



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