jueves, 14 de febrero de 2013

Resumiendo...


No es que quiera pregonar ahora, en plena madurez mononeuronal, una teoría cuántica, sesuda, café sólo y kilo y medio de hojas grapadas. No es eso.
Ni siquiera pretendo que esto lleve a tardar más de 45 segundos, espacio de tiempo considerado suficiente para que la atención se centre en otros teoremas menos exigentes, que si tengo que comprar bombones o llamar para pedir cita con mi micólogo de urgencias.
Mi teoría de hoy será tan tuiter, tan yogurt de por la noche, que pretendo, que pretendo dejar más de una neuronilla dando tumbos de incomprensión. Atento. Creo firmemente... Estoy casi seguro de... Me afirmo en... que ha pasado un ángel en el transcurso de tiempo entre que yo empiezo a desparramar jeroglíficos sin ínfulas de cum laude, más pereza de humo de cigarrillo, más flojo que un muelle guita, y tú terminas de leer la pantalla con cara de satírico escarmiento. Al menos me dio tiempo de hacer un dibujín entre la fideua sosa y el pollo salado, todo en este mundo lleva un equilibrio probado. Probablemente el ángel que pasaba era San Corte Inglés, con su oferta 2x1 de bombones, en dirección a tu bolsillo, donde anidan las gaviotas.
Lejos de intentar torpedear la industria chocolatera, mi intención es convertir ese rojo que te quiero sangre en una llamada al Caos y a la afasia, pongamos la torre de babel a la inversa, un sofrito de verdades, un genio que no encuentra su locura o un mundo de locos que no demuestran su genio. Mientras tanto unos ponen cara de libro y otros risa de joker.

No hay comentarios:

Publicar un comentario